martes, 8 de septiembre de 2009

NUESTRO GAS NATURAL APESTA


El anuncio de exportación de nuestro gas, causa controversia y dilema sobre si se tiene suficientes reservas para el abastecimiento interno y sobre quienes son, los verdaderos beneficiados con todo este millonario negocio.
El pasado 28 de Agosto en una conferencia de prensa, el Ministerio de Energía y Minas informó que la producción de gas natural del lote 88, será destinada para el mercado interno desde el 2010 al 2015, período en que se inicia la fase de exportación. En consecuencia, en estos cinco años no se exportará gas del Lote 88, sino sólo exclusivamente del Lote 56, también a cargo del Consorcio Camisea. Al respecto, el ministro Pedro Sánchez Gamarra resaltó: “Para que este escenario se haga permanente, en ese mismo periodo el Consorcio invertirá un monto de 200 millones de dólares para desarrollar nuevas reservas a fin de que el lote 88 quede definitivamente para el mercado interno”.
Una historia sin contar

En el año 2000, Shell encontró reservas de gas (lote56) que ascendían a las 2.75 billones de pies cúbicos (bpc), pero esta cifra no justificaba la construcción de un gasoducto a la costa y por ello lo revirtieron al estado peruano.

Con el fin de adjudicar el lote 56, Perupetro realizó una licitación. Cuatro empresas se presentaron: Occidental de EEUU, TotalfinaElf de Francia, Repsol de España y el Consorcio Camisea del Lote 88 (Hunt Oil, Pluspetrol, SK y Sonatrach); las tres primeras se retiraron por los mismos motivos que Shell. Así, este proyecto quedo en manos del consorcio Camisea, al igual que el lote 88.

Perupetro no exigió ningún requisito en la negociación. No tendría que buscar nuevas reservas, sólo desarrollar las reservas probadas y descubiertas. Con todo esto sobre la mesa, el consorcio Peru LNG compraría el gas de exportación al consorcio Camisea, pero como esto era imposible procedieron con el cambio de ley que les permita seguir con sus cometidos.

Un turbio contrato se firmó

En el año 2000 se firmó en contrato de explotación del gas de Camisea. En ella quedaba estipulado que la prioridad era le mercado interno y si se quería exportar debe haber como mínimo 20 años de reservas probadas para el Perú.

Cuando al ex presidente Toledo es vinculado con este tema y se le pide una explicación sobre un bien que le pertenece a todos los peruanos, solamente indica que todo contrato debe cumplirse al pie de la letra.

Él olvida que fue durante su gobierno que los contratos se han modificado a favor del consorcio que explota Camisea. Primero le pagó por adelantado el gasoducto, pago que hicimos los peruanos con nuestras tarifas de electricidad, el 7% de todos los recibos facturados serán destinados para este fin. Luego le permitió instalar su planta de exportación en medio de la Bahía de Paracas, sin un debido estudio de impacto ambiental. También permitió que la distribuidora de gas (Cálidda) pudiera obtener un aumento del 40% en sus tarifas antes de lo que estaba estipulado en el contrato.

Finalmente, autorizó que se modificara el contrato de Camisea para abrirle las puertas al proyecto de exportación de gas sin obligación de invertir en la búsqueda de nuevas reservas que, de acuerdo al ex ministro Carlos Herrera, podría poner en peligro el abastecimiento de gas en el mercado interno.



Gracias a Kuczynsky
El lote 56 se había guardado para que sea la reserva estratégica del país, nunca se debió entregar. El gobierno de Toledo lo entregó para la exportación a Perú LNG, donde Hunt Oil tenía el 70 por ciento. Luego de hacerse con ese lote, Hunt Oil le vendió a Repsol el 20 por ciento de su participación en Perú LNG en 325 millones de dólares. El gran activo de Perú LNG para esa venta era el Lote 56, con reservas probadas y que Perú LNG recibió sin invertir nada.

Kuczynski ha sido asesor de Hunt Oil (empresa norteamericana que participa en la explotación y exportación del gas de Camisea). Como asesor de Hunt Oil preparó la oferta de exportación del gas de Camisea que esa empresa presentó al Estado peruano y luego, como ministro, se sentó al otro lado de la mesa a discutir en representación del Estado lo que él había preparado para Hunt Oil. Es ahí que se hacen los cambios a favor de Hunt Oil, facilitando la exportación de gas.

El investigador Manuel Dammert manifestó: “La base para esta desnacionalización es priorizar la exportación. El poderoso lobby entregó el lote 88 y 56 a un grupo de empresas, comprometidas sobre todo con la exportación, y que se consideran dueñas del petróleo y el gas del Perú. Así, se han entregado a poderosas ambiciones, ocultas tras una maraña de empresas consorciadas, que tienen un núcleo central. Son las empresas Hunt Oil, Tactrebel, Techint y Repsol (que controla a Pluspetrol). Dichas empresas se han apoderado en los últimos años de este recurso estratégico apoyado desde el poder político”.

Todo un dilema

Si se logra exportar el gas de Camisea, tendremos también que importarlo para poder satisfacer la demanda interna del país. El Perú venderá a México unos mil pies cúbicos de gas a tan sólo 0.15 dólares frente al precio internacional de 3.50 dólares.

Al importar el gas el Perú tendría que agregarle los costos de licuefacción, transporte y regasificación, teniendo como precio unos 10 dólares por mil pies cúbicos de gas. En los 18 años que dura el contrato, el Perú perderá la suma de 44 mil millones de dólares.

Los contratos se respetan
Javier Velásquez Quesquén, presidente del Consejo de Ministros, manifestó que el contrato del gas de Camisea es “absolutamente irregular” y “afecta” al país, por lo que indicó que seria renegociado por el Ministerio de Energía y Minas.,

También indicó que el MEM ha puesto en conocimiento de la Fiscalía hechos que podrían tener connotaciones penales debido a que se habrían cambiado algunas condiciones del documento mediante decretos supremos promulgados durante el gobierno del ex presidente Alejandro Toledo.

"Hay preguntas que se le debe hacer a Toledo. Por decreto supremo modificó las reglas contractuales y por eso está en investigación en el Ministerio Público", añadió.

Cabe señalar que el precio del gas natural que sale del Perú es mucho menor al del consumo interno a pesar de ser uno de los productores principales.

La renegociacion es todo un compromiso del gobierno para satisfacer el pedido o el clamor del pueblo, por este indignate venta de un patrimonio de todos los peruanos. Nuestro grado de inversión estaría en riesgo si se procede con el cambio de clausulas y se deja en stand by el proyecto de exportacion de gas natural a México. Esto causaría que otros paises inversionistas nos señalen como un país que no sabe cumplir sus contratos.

El Perú se preocupa demasiado por su imagen internacional, pero por su imagen interna no se arriesga en nada para mejorarla.