miércoles, 5 de agosto de 2009

Un crimen, casi perfecto

Octogenario descuartizado, fue encontrado bajo las tablas de su casa.

Esta madrugada en el distrito de San Juan de Lurigancho, Luís Peña (21), asesinó a su patrón, Julián Cuba (75). El joven manifestó a la policía que el móvil del crimen fue el ojo del anciano.

El homicida confesó su crimen cuando los comandantes de la policía registraron su casa. Peña, dentro de su paranoia y de manera sorpresiva exclamó: “yo lo descuartice y luego escondí el cuerpo debajo de estas tablas”.

Unos de los efectivos señaló: “cuando entramos a la casa, nos atendió sereno; pero cuando pasaba los minutos comenzó a actuar extrañamente, parecía que le molestaba algo.”

El comandante de la DIROES explicó: “Peña sufre de problemas mentales así que este hecho de sangre tendrá un largo proceso”

Por otro lado, Diana López (35), vecina del anciano, dijo que “durante la madrugada se oían ruidos y gritos. Luego volví la calma, y llame a la policía.”

Finalmente, el detenido afirmó que no estaba arrepentido, además, que “muchas veces, justo a media noche, cuando todos dormían, surgió de mi matarlo, como por instinto”, señaló el criminal antes de ser llevado a la carceleta del poder judicial.

El Corazon Delator


Esta es la historia un hombre que vivía con un viejo, al cual apreciaba, pero ese viejo tenía un ojo parecido al de un buitre, y el hombre sentía mucha rabia cada vez que el viejo lo miraba, esta rabia llevo al hombre a tomar la decisión de matar al viejo y así se libraría de esa mirada para siempre.El hombre planeó por mucho tiempo la manera en la cual asesinaría al viejo. Hasta que un día entró a la habitación del viejo y levantó el colchón de la cama junto con el viejo y lo lanzó al piso, asesinando de ese modo al viejo.Luego de asesinar al viejo, le cortó la cabeza, las manos, las piernas, y alzó unas tablas del piso de la habitación y escondió el cuerpo descuartizado en ese lugar. Minutos después, tocan la puerta tres policías que habían sido llamados por un vecino que escuchó unos ruidos.El hombre actuó con mucha normalidad, invitó a los policías a pasar a la habitación del viejo y les dijo que este se encontraba de viaje, buscó cuatro sillas, invitó a los policías a tomar asiento y él, colocó su silla sobre las tablas q ocultaban el cuerpo del viejo. A medida que avanzaba la conversación, el hombre empezó a escuchar débiles sonidos parecidos al latido de un corazón, el hombre comenzó a sentirse nervioso, porque este sonido cada vez era más fuerte y pensaba que los policías también lo escuchaban, mientras que los policías solo conversaban placenteramente.El latido del corazón desespero al hombre, y este terminó por decirle a los policías que él había asesinado al viejo y escondió el cuerpo debajo de las tablas del piso.


Fin.