Esta madrugada en el distrito de San Juan de Lurigancho, Luís Peña (21), asesinó a su patrón, Julián Cuba (75). El joven manifestó a la policía que el móvil del crimen fue el ojo del anciano.
El homicida confesó su crimen cuando los comandantes de la policía registraron su casa. Peña, dentro de su paranoia y de manera sorpresiva exclamó: “yo lo descuartice y luego escondí el cuerpo debajo de estas tablas”.
Unos de los efectivos señaló: “cuando entramos a la casa, nos atendió sereno; pero cuando pasaba los minutos comenzó a actuar extrañamente, parecía que le molestaba algo.”
El comandante de la DIROES explicó: “Peña sufre de problemas mentales así que este hecho de sangre tendrá un largo proceso”
Por otro lado, Diana López (35), vecina del anciano, dijo que “durante la madrugada se oían ruidos y gritos. Luego volví la calma, y llame a la policía.”
Finalmente, el detenido afirmó que no estaba arrepentido, además, que “muchas veces, justo a media noche, cuando todos dormían, surgió de mi matarlo, como por instinto”, señaló el criminal antes de ser llevado a la carceleta del poder judicial.